
Trato de no mirar, para no recordar nuestros pasos…
Trato de no sentir, para que no me duela tanto…
Trato de sonreír, para que sea leve el plazo…
Tratar de fingir un papel que no es,
para no mostrar la verdad.
Tratar de simular una dicha,
que no conforma mi realidad.
Trato de que no brote nada de mis ojos.
Trato de que no se humedezcan los parpados.
Trato de que no se opaque mi luz.
Trato de que se oigan mis pasos.
Me siento a la orilla de la vida,
desafiando al risco de los sueños,
y en este sencillo viaje de ida,
solo obtengo un muro de lamentos.
Brotan cristales de aquellos ojos zafiro,
recorriendo su rostro, hasta el fin,
terminando todo recorrido,
en un par de labios carmín.
Preferiría no tener que tratar de fingir,
de inventar un sentimiento que no es,
preferiría no sentir,
y aquel día, no ver.